EN LO ECONÓMICO
Genera dependencia y fragilidad de la economía a los cambios del mercado mundial. Por ejemplo, actualmente cerca al 80% de los ingresos del Estado Plurinacional de Bolivia depende de las exportaciones de hidrocarburos, gas y minerales. Si sucediera un cambio drástico de los precios internacionales o se llegan a agotar los recursos, Bolivia no tendría otros recursos para atender sus necesidades. Eso sucedió en 1984, cuando cayeron los precios del estaño y Bolivia enfrento una aguda crisis, que derivo en la relocalización y el desempleo.
EN LO AMBIENTAL
La industrias extractivas como minería y petróleo generan severos impactos en el medio ambiente, además no solo extraen los yacimientos, también usan y extraen otros recursos naturales como agua, suelos, biodiversidad. Por ejemplo en el tema del agua, generalmente las operaciones mineras llegan a usar entre 5 y 10 veces más agua en relación al volumen del mineral extraído, así en el caso de la Minera San Cristóbal esa operación extrae para sus operaciones alrededor de 45 mil a 50 mil metros cúbicos día, o en caso de Coro Coro la operación requiere cerca de 3mil metros cúbicos de agua para producir 300 tone-ladas de cobre.
EN LO POLÍTICO
La enorme capacidad económica que disponen las industrias extractivas les permite influir en la toma de decisiones en las diversas instancias de Estado. Así mismo, las estructuras jurídicas institucionales, debido a su poder de influencia, suelen ser altamente favorables a sus intereses. Un claro ejemplo es el actual Código de minería, aprobado en el gobierno de Sánchez de Lozada, que otorga facilidades y privilegios a los concesionarios y operadores mineros frente a otros sectores como el de las comunidades.
PREDOMINIO DE LAS TRANSNACIONALES EN LAS PRINCIPALES INDUSTRIAS EXTRACTIVAS DEL PAÍS
Durante el periodo del neoliberalismo, las políticas de Estado se orientaron a favorecer la presencia y dominio de las empresas transnacionales sobre las principales actividades extractivas. De tal modo que, a pesar de estar en un proceso político proclamado «de cambio» político y social, actualmente cerca del 76% de la extracción de minerales en Bolivia, está en manos de las transnacionales como la SUMITOMO, GLENCORE, COUR D’ ALENE, PANAMERICAN, etc.; en el caso de los hidrocarburos se estima que cerca del 61% de la producción y comercialización de los hidrocarburos corresponde a empre-sas como PETROBRAS, REPSOL YPF, TOTAL, etc